Laboratorio Social de la Fundación Provocando la Paz
Ser refugiado hoy
Cada minuto, veinticuatro personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror.
El mundo está siendo testigo del mayor número de desplazamientos por la fuerza. Una cantidad sin precedentes de 79,5 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa del conflicto y la persecución en 2019.
De ellos, 26 millones son personas refugiadas.
El 40% de estas personas refugiadas son menores, lo que exige esfuerzos orientados a abordar las necesidades de este grupo especialmente vulnerable y reducir al mínimo el impacto de la crisis en él.
El 20 de junio celebramos el Día Mundial del Refugiado. La fecha coincide con la firma de la Convención de Ginebra en 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados. Se aprobó después de la Segunda Guerra Mundial para dar protección oficial a los refugiados, defender sus derechos y establecer una serie de obligaciones que los países deben cumplir para protegerlos.
Las personas refugiadas se encuentran entre los grupos de población más vulnerables. Pero este año, la fecha llega en medio de un tremendo cambio social debido a las consecuencias de la pandemia. Las condiciones de vida en muchos campos de refugiados son infrahumanas. Sufrir una pandemia en esta situación es otro horror añadido a lo que ya viven. En los campos hay hacinamientos, por lo que no se puede mantener la distancia de seguridad. En muchos campos tienen difícil acceso a agua potable, no hay las medidas higiénicas necesarias ni asistencia sanitaria adecuada. Estas malas condiciones de vida hacen que la salud de las personas que viven allí se vea afectada. A pesar de esto, muchas personas refugiadas están comprometidas activamente en sus comunidades en la promoción de la salud durante esta pandemia.
Desde la Fundación Provocando la Paz renovamos nuestro compromiso con las personas refugiadas, agradecemos a las comunidades que las acogen y a los trabajadores humanitarios que las apoyan.
Y recordamos la urgencia de poner fin a los conflictos y la persecución que ocasionan estos desastres causados por la miseria humana. Necesitamos un mundo en paz, inclusivo e igualitario.
Ayuda especial a Gambia con motivo de la pandemia
La pandemia avanza lentamente en África, pero sus consecuencias podrían ser mucho más letales que en otras partes del mundo, ya que además de la falta de medios, allí convergen hambrunas, pobreza extrema y otras epidemias.
Os informamos sobre nuestra colaboración con el equipo de Gambia para prevenir daños mayores durante la situación de pandemia que vivimos y los efectos devastadores que tiene en Gambia un largo confinamiento.
Detectamos que a la población le estaba costando seguir las medidas estrictas de confinamiento que marcó el gobierno, sobre todo por la dificultad de tener distancia de seguridad, ya que suelen vivir varias familias juntas en una casa y no suelen tener habitaciones individualizadas.
El cierre de mercados y pequeñas tiendas, y sin ingresos económicos por el confinamiento, está dificultando que haya abastecimiento de comida.
El gobierno repartió arroz, pero no llegó a toda la población, sobre todo a las poblaciones pequeñas.
Por eso pensamos en colaborar comprando comida (arroz, cebollas, aceite, agua) y jabón para las familias que están implicadas en nuestro proyecto, que es una zona muy empobrecida.
Esperemos de todo corazón que como familia humana salgamos todos de la situación lo antes posible.
Una vez más agradecemos vuestro apoyo económico y la colaboración de nuestro voluntariado.
Por una salud global
Muchas energías están centradas en la lucha mundial contra un virus a través de la cooperación y la solidaridad. Pero además de esta lucha, se libra otra batalla entre la humanidad y el capitalismo. Ya sabemos cómo funciona este sistema: máximo beneficio económico, no hay límites, hay que ganar dinero rápidamente, a costa de lo que sea, pasando por encima de millones de personas y de la naturaleza…
Con fuerza entró en juego la “humanidad”, ese valor que muchas personas llevamos dentro: la capacidad de sentir afecto, comprensión, solidaridad, compasión… Es cuando se remueven las entrañas y hay una reacción ante un problema grave de otra persona o de un colectivo humano. Y lo que no se podía hacer se hizo: parar la economía por algo más importante, como la vida de las personas, la salud, un bien común, la protección de nuestros seres queridos, de los más vulnerables, de nuestras personas mayores. Este es el mundo que necesitamos, donde se ponga a las personas por encima de los máximos beneficios económicos, donde todas las personas somos iguales en dignidad humana, donde no se deja a nadie al margen…
Los guardianes del sistema capitalista fueron quedando aislados, pensando que todo pasará rápido y volverán a “su normalidad”: sus privilegios, sus especulaciones, su voracidad, su sistema antihumano… que nos lleva a una destrucción acelerada.
Pero se ha producido un despertar de conciencias en la familia humana: muchas personas están rediseñando su escala de valores, han aflorado sentimientos tan humanos como la compasión, la solidaridad, la creatividad, la importancia de la familia, el respeto a los mayores por todo lo bueno que nos han legado con mucho esfuerzo y cariño…
Ya hemos hecho una parte muy difícil: de la actividad acelerada a la reflexión. Ahora tenemos que hacer el camino de la reflexión a la transformación. Atrás queda una masa aborregada, alienada, sin capacidad de reacción. Algo ha cambiado en la conciencia de la familia humana: nos damos cuenta que no estamos aislados en el mundo, sino que somos parte de un todo, que somos más parecidos de lo que pensamos y estamos más cerca de lo que creemos. Y cuando queremos, podemos reaccionar e introducir cambios necesarios en nuestras vidas por un bien común y para evitar un mal mayor. Necesitamos alternativas para sobrevivir, cambiar y mejorar.
Nos espera un difícil camino por delante, pero podemos hacerlo con ese sentido de familia humana, con creatividad y teniendo en cuenta a la naturaleza. Sabemos que muchos de los problemas que sufrimos últimamente son debidos a un abuso sobre la naturaleza. Y es que a la madre naturaleza hay que respetarla, protegerla y defenderla. Tendremos que aprender a funcionar de una forma distinta, para sobrevivir y dejar un mundo mejor a las próximas generaciones: apoyar a las comunidades que más sufren, cambiar el modelo productivo y de consumo, optar por energías renovables, y proteger a todas las especies de nuestro planeta. Necesitamos unirnos por una salud global, ante la necesidad de tratar la salud de todo el planeta, humanos, animales y ecosistemas.
¿Hacia dónde vamos?
Hay que dar perspectiva a esta situación. Esto es temporal: hay que saber ver la luz al final del túnel y preparar el terreno para la salida. También ahora hay oportunidades.
Todos sabíamos que no podíamos continuar con este sistema de vida. Una fuerza mayor nos ha parado y nos interpela a nivel personal y comunitario.
A nivel personal, el ritmo acelerado y la multitud de obligaciones nos podían llevar a perder el rumbo y la paz interior. El mundo iba demasiado deprisa y podíamos entrar en la misma dinámica.
Ahora una fuerza mayor nos ha frenado y es una gran oportunidad para trabajar en nosotros mismos, para resetear nuestra mente, para aprender, para evolucionar, para despertar nuestra conciencia, para crecer en la espiritualidad…
El mundo nos hace parar y volver a nuestra casa, no sólo como lugar físico, donde estemos actualmente, sino volver a nosotros mismos. No hay ningún lugar hacia donde huir. La vida nos ha centrado en nuestra propia realidad. Es un momento de autoencuentro.
Tenemos la oportunidad de limpiar nuestra mente de todo aquello que no nos permite estar despiertos.
Es una gran oportunidad para valorar lo que tenemos: la vida, la salud, la familia, la amistad, la casa, el calor del hogar…
Tenemos la oportunidad de despertar al amor, a la comprensión, al respeto hacia los demás, a la compasión, a la valentía…
Tenemos la oportunidad de entrenar la paciencia, la humildad, la esperanza, de repensar nuestro propósito en la vida, de redefinir nuestros objetivos…
A nivel comunitario, esta situación nos hace abrir los ojos una vez más a una realidad: todos estamos conectados, y todo lo que pasa en el mundo nos afecta a todos tarde o temprano.
En estos momentos, necesitamos Esperanza, pero no una esperanza de que todo vuelva a ser como antes: la vida antes y después del coronavirus no va a ser la misma. Nos podemos mover hacia la distopía o hacia la utopía, hacia un mundo indeseable y destructivo, o hacia un mundo mejor. Son evidentes algunas características negativas causantes de la alienación humana: tenemos una gran parte egoísta, aborregada, depredadora, consumista, anestesiada, destructora, contaminante, corrupta, basada en la competencia y el ansia de poder.
Podemos reaccionar como Humanidad. Tenemos la oportunidad de dejar atrás todo lo que ha formado parte de esa vieja Humanidad, agotada, deshumanizada, desnaturalizada… y optar por una Humanidad que está ahí, la que como siempre saca su “humanidad”, su compromiso y su compasión, una Humanidad más pacífica, más justa, con más redistribución de recursos y oportunidades, más solidaria, más consciente, más espiritual, en armonía con la naturaleza…
Presentación en Escuelas Minguella de Badalona
El martes 10 de marzo de 2020 la Fundación Provocando la Paz realiza una presentación a los alumnos de Escuelas Minguella de Badalona sobre su experiencia en la acogida de refugiados altamente vulnerables.
Esta presentación se enmarca dentro de la campaña de educación en valores que impulsa la Fundación Provocando la Paz para escuelas, institutos, universidades y colectivos juveniles.
Desayuno solidario y saludable
El viernes 6 de marzo de 2020 se realiza un desayuno solidario y saludable organizado por el AMPA del Colegio Público Jaime Sanz de Peñíscola con el objetivo de colaborar con la Fundación ONG «Provocando la Paz».
El desayuno consiste en fruta. El alumnado podrá elegir entre plátanos, manzanas o fresas. Pueden participar aportando 1 € como mínimo.
Los alumnos de 5º y 6º han recibido una charla de Joan Reverté, Director de Proyectos de Provocando la Paz, donde les ha explicado los proyectos de la ONG.
El AMPA colabora con el desayuno.
¡Muchas gracias por vuestra colaboración!
Presentación en la Escuela Sant Jordi de Aldover
El martes 3 de marzo de 2020 la Fundación Provocando la Paz realiza una presentación a los alumnos de la Escuela Sant Jordi en Aldover sobre su experiencia en la acogida de refugiados altamente vulnerables.
Esta presentación se enmarca dentro de la campaña de educación en valores que impulsa la Fundación Provocando la Paz para escuelas, institutos, universidades y colectivos juveniles.
Fiesta solidaria en Peñíscola
El domingo 1 de marzo se celebrará una fiesta solidaria a beneficio de la Fundación Provocando la Paz en el camping Spa Natura Resort de Peñíscola de 11 a 19 h.
Actividades variadas como mercado solidario, talleres para niños y adultos, presentación de los proyectos solidarios, concierto, meditación con cuencos tibetanos, danza de la Tierra…
Precio de colaboración: 15 € (incluye bono spa). Niños: 5 €.
Presentación en la Escuela Sant Llàtzer de Tortosa
El viernes 28 de febrero de 2020 la Fundación Provocando la Paz realiza una presentación a los alumnos de la Escuela San Llàtzer de Tortosa sobre su experiencia en la acogida de refugiados altamente vulnerables.
Esta presentación se enmarca dentro de la campaña de educación en valores que impulsa la Fundación Provocando la Paz para escuelas, institutos, universidades y colectivos juveniles.